Esta técnica de aprendizaje cooperativo conocida como puzzle, promueve
el aprendizaje y motivación de los estudiantes, posibilitando que compartan en
grupo gran cantidad de información.
Los estudiantes, en este caso nosotros, son divididos en pequeños
grupos, de cuatro o cinco. Cada grupo aprende acerca de un aspecto o contenido
y debe convertirse en un especialista en el tema. Se nos ha propuesto investigar
sobre los materiales, y a mi grupo nos ha tocado los pétreos. En este grupo de
expertos, los estudiantes deben investigar conjuntamente para crear un
documento colectivo. Además, cada estudiante, es responsable de enseñar a otros
el contenido investigado. De los grupos originales se crean nuevos grupos a
partir de expertos de los grupos iniciales. La tarea de cada experto es enseñar
a los otros miembros de su grupo el contenido estudiado. Una vez que todos los
expertos han presentado los contenidos, estos han de demostrar lo aprendido mediante
la realización de una presentación.
Así, cada estudiante es esencial para alcanzar el objetivo final, la
realización de un producto. De este modo, la técnica requiere de la
interdependencia positiva de los miembros del grupo: ningún miembro del grupo
puede conseguir el objetivo final sin que los otros miembros del grupo también
lo alcancen.
De este modo se refuerza el trabajo cooperativo de todos los miembros
para el logro del objetivo final.